El titular de Sanidad alemán, Jens Spahn, anunció hoy que después del verano, las personas que ingresen a Alemania procedente de zonas de riesgo ya no deberán someterse a test obligatorios, pero deberán guardar cuarentena para evitar posibles contagios si estuvieran infectados con el coronavirus.
En declaraciones a la prensa, Spahn señaló que con un tasa de infección baja en Alemania, fue correcto introducir en el periodo estival el test obligatorio -que se realiza de forma gratuita en aeropuertos, estaciones de ferrocarril, autopistas y centros sanitarios- para los viajeros que regresan de zonas consideradas de alto riesgo con el fin de evitar un posible aumento de contagios.
Tras el esfuerzo realizado en el periodo vacacional para ofrecer test adicionales, llegará el momento de regresar al régimen anterior y reservar las pruebas a personas con síntomas o que hayan estado en contacto con pacientes contagiados, así como al personal médico, cuidadores y personas dependientes. dijo.
El ministro consideró “asumible” para todos aquellos que viajen a zonas de riesgo después de la temporada de vacaciones la reintroducción del régimen de cuarentena.
La persona que viaja “de manera consciente” a una zona de riesgo sabe “bajo qué circunstancias” y con qué consecuencias lo hace, indicó.
En ese sentido, la situación después del verano es diferente a la de la época estival, señaló, y puso como ejemplo el caso de España, donde la recomendación de no viajar a ese país sorprendió a los turistas cuando ya se encontraban en ese país.
LA SITUACIÓN SE PUEDE IR RÁPIDAMENTE DE LAS MANOS
Es significativo que el número de contagios haya vuelvo a aumentar con fuerza en unas pocas semanas en países que habían realizado un gran esfuerzo “con medidas incluso aún más duras” que en Alemania, donde el parón de la vida pública fue parcial, dijo Spahn.
Precisamente lo ocurrido en España y en otros países, entre ellos destinos habituales para el turismo alemán, muestra “lo rápido” que la situación se puede “ir de las manos” aunque el virus estuviera bajo control, agregó.
Por eso, fue correcto realizar test adicionales para los viajeros, dijo el ministro, lo que permitió observar además que la media de edad de los contagios siguió descendiendo y se sitúa actualmente en los 32.
Así, prácticamente se duplicó el número de pruebas realizadas, de entre 400.000 y 500.000 a más de 900.000 la semana pasada.
El responsable de Sanidad alemán advirtió, no obstante, que los recursos de los laboratorios, que pueden realizar una media de 1,2 millones de test a la semana, son “finitos”.
Con el fin del las vacaciones en los estados federados de Baden-Württenberg y Baviera a mediados de septiembre, de acuerdo con el calendario escolar escalonado, se reduce el riesgo que representan los viajeros, porque cambia también la movilidad, indicó.
Por otra parte, aumenta el riesgo dentro de Alemania con el reinicio del curso escolar y el retorno normalizado a los centros educativos, añadió. EFE