La Semana de la Moda de Nueva York concluyó este jueves con la pasarela del joven diseñador estadounidense Christian Siriano, que destacó por ser una de las pocas presentaciones que se han producido en persona en los últimos cinco días debido al impacto de la pandemia.

Siriano, como el resto de los diseñadores de la gran cita neoyorquina, recurrió a internet para emitir en directo su desfile, que celebró en el jardín de su casa en el vecino estado de Connecticut, desde donde presentó una colección de vestidos de fiesta voluminosos y coloridos que complementó con mascarillas elegantes.

La quinta y última jornada de la “Fashion Week” se salió de lo habitual al prescindir de los fieles Michael Kors y Marc Jacobs, que suelen abrir y cerrar el programa del día, y en su lugar contó con marcas menos conocidas como Oqliq, Tanya Taylor, Christian Cowan o Theophilo.

La COVID-19 despojó a la NYFW de su algarabía y en su sede oficial de Spring Studios, en Manhattan, prácticamente solo se utilizó la azotea, escenario de un puñado de presentaciones a las que asistieron pocos invitados manteniendo las distancia social y llevando mascarilla.

El edificio estaba mediovacío y su entrada, donde la gente estilosa posa ante los fotógrafos, lucía desangelada y con un letrero de agradecimiento a los “trabajadores esenciales en primera línea, los diseñadores de moda que han producido material de protección y los neyorquinos que se han quedado en casa”.

El gran cambio fue perceptible ya en la inauguración del evento, en el que el modista de origen taiwanés Jason Wu mostró sus creaciones en esa azotea, decorada con plantas, frente a una reducida audiencia que chocaba con el cerca de medio millar de personas que se han visto en otros años.

Además de Siriano y Wu, otras firmas que han apostado por hacer desfiles y emitirlos en directo han sido Monse, Bronx and Banco, Rebecca Minkoff, Laquan Smith o RVNG.

La inmensa mayoría de los diseñadores han optado por colgar fotografías y vídeos promocionales de sus colecciones (“lookbooks”) en la nueva plataforma creada por el Consejo de Diseñadores de Moda de EE.UU., llamada RUNWAY360, y en la aplicación paralela de la otra organización que se encarga de la NYFW, la empresa IMG.

Para aportar algo de frescura al calendario, la Semana de la Moda ha programado varias charlas sobre el estado del sector, entre ellas una con Abrima Erwiah y Rosario Dawson, diseñadoras de la marca social Studio 189, basada en Ghana y EE.UU. y que busca empoderar a las mujeres para generar un cambio social.

Erwiah precisamente ha sido una de las protagonistas de la NYFW al impulsar “Fashion Our Future” (Diseña nuestro futuro), una iniciativa con la que ha movilizado a firmas de moda y público a implicarse en el proceso democrático de cara a los comicios del 3 de noviembre, en los que Donald Trump busca la reelección.

También ha habido espacio para las sorpresas, como la del premio anual de la CFDA, que este año fue anunciado por vídeo, sin su glamurosa gala, y que ganó la modista uruguaya Gabriela Hearst, quien se incorpora así a una lista de prestigiosos galardonados como Oscar de la Renta, Carolina Herrera o Ralph Lauren. EFE

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