Hoy viernes, 6 de noviembre, se conmemora el 176 aniversario de la Constitución dominicana, y la llamada ley de leyes, sometida a 39 enmiendas para satisfacer las ansias de poder de presidentes continuistas, podría experimentar nuevas modificaciones en el actual período de gobierno.
Aunque no se ha vuelto a hablar del tema, quizás por las complicaciones causadas por la pandemia, antes de tomar posesión como consultor jurídico del Poder Ejecutivo, el doctor Antoliano Peralta anunció que el gobierno de Luis Abinader se aboca a someter una reforma a la Constitución para lograr la independencia real del Poder Judicial, recomponer el Consejo de la Magistratura y reenfocar el rol de la Procuraduría General de la República.
De concretarse el anuncio de Peralta, la carta magna, votada por primera vez el 6 de noviembre de 1844 en San Cristóbal, sería objeto de la modificación número 40.
A finales del segundo gobierno de Danilo Medina, se dieron pasos concretos para propiciar una reforma constitucional que hiciera realidad los planes continuistas del exmandatario y de sus promotores.
Entonces era vox populi en los predios congresionales que se aproximaba una modificación a la carta magna, lo cual motivó que se hicieran protestas en las inmediaciones de las cámaras legislativas, como las que protagonizaron el expresidente Leonel Fernández, tenaz opositor de la iniciativa, y del actual presidente Luis Abinader, líder el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
La creencia de que se aproximaba otra enmienda fue avivada por legisladores danilistas, como Elpidio Báez y Miriam Cabral, y declaraciones de tinte reeleccionista como las del entonces ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, quien se convirtiera después en el candidato presidencial del entonces oficialista Partido de la Liberación Dominicana, luego de que fracasaran los planes continuistas de Medina.
El diputado Báez expresó que el proyecto para la reforma constitucional tomaba fuerza en el Congreso Nacional, con miras a habilitar al presidente Danilo Medina, para un tercer mandato.
Castillo manifestó que el tema de la reelección del entonces presidente era del pueblo dominicano y que decidiría al respecto.
No obstante, varias encuestas habían revelado que en el país existía entonces un rechazo contundente a una eventual modificación constitucional para abrirle el camino de la reelección a Medina. De hecho, trascendió que el proyecto de modificación constitucional había sido redactado y que sería sometido al Congreso.
La historia registra que la primera modificación de la Constitución se produjo bajo el gobierno dictatorial de Pedro Santana en el 1854.
A la sazón, el período presidencial fue extendido a seis años y se creó un poder legislativo denominado Senado consultor. Además, se modificó el artículo 210 respecto a los poderes concedidos al presidente y se sancionó el abuso de poder proveniente de los funcionarios. Entonces, se estableció transitoriamente que el gobernante permanecería en el poder por dos períodos consecutivos.
Esta carta magna fue votada por los diputados Manuel María Valencia, presidente del Congreso constituyente (Santo Domingo), el vicepresidente Antonio Gutiérrez (Samaná), A. Ruiz, (Hato Mayor), André Rosón, (Baní), Antonio Gimenes, (Bánica), Bernardo Aybar (Neyba), Buenaventura Báez, (Azua), Casimiro Cordero (La Vega), Domingo Antonio Solano (Santiago), Domingo de la Rocha, (Santo Domingo), Facundo Santana (Los Llanos), Fernando Salcedo (Moca), José Tejera (Puerto Plata), y José Mateo Perdomo (Hincha).
También aprobaron la Constitución José María Medrano (Macorís), José Valverde (Cotuy), Puán P. Andújar (Cahobas), Juan Reynoso (La Vega), Juan de Acosta (El Seybo), Juan Rijo (Higüey), Juan López (San José de las Matas), Jesús Ayala (San Cristóbal), Juan A. de los Santos ( San Juan), J. N. Tejera (San Rafael), Julián de Aponte (El Seybo), Manuel González Bernal (Monte Plata y Boyá), Manuel Abreu (Monte Cristi), Manuel Díaz (Dajabón), M. R. Castellano, (Santiago), Santiago Suero (Las Matas), Vicente Mancebo (Azua), doctor Caminero (Santo Domingo, secretario, y Juan Luis F. Bidó (Santiago), secretario.
La última modificación a la Constitución se produjo el 15 de julio 2015, en el primer gobierno del peledeísta Danilo Medina. En esa ocasión fue reformado el artículo 124 para permitir su reelección.
Luego de esa modificación, Medina expresó en un discurso: “A partir de ahora, nuestra democracia se regirá por el modelo que ha demostrado ya su buen funcionamiento en buena parte de las democracias del mundo: ocho años y nunca más. Es decir, que un presidente solo podrá ser reelegido una vez, y luego no podrá postularse más”.
No obstante, el político oriundo de San Juan de la Maguana persistió con su deseos continuistas, pero no pudo concretarnos dada la tenaz oposición encontrada en sus adversarios y otros escollos, como la alegada oposición del gobierno de los Estados Unidos, expresada a través del secretario de Estado, Mike Pompeo.
Anteriormente, en septiembre de 2018, el Tribunal Constitucional declaró inadmisible el recurso de inconstitucionalidad presentado ante esa instancia, con el cual se buscaba que se declarara nula la disposición transitoria de la Constitución de 2015 que impedía la reelección del presidente Medina.
A propósito de la conmemoración del 176 aniversario de la carta magna, se recuerda que a Joaquín Balaguer, presidente reelecionista, se le atribuye haber dicho que la “Constitución es un pedazo de papel”.
No obstante, el periodista e historiador Miguel Guerrero ha aclarado que lo que Balaguer dijo, también ante el Congreso, fue que la Constitución había sido a lo largo de la historia dominicana “un pedazo de papel”.
“Por penoso que resulte, Balaguer tenía razón, porque la Constitución desde la primera que tuvimos ha sido constantemente irrespetada. Y como para él mientras gobernaba, la Constitución significaba poco, su correcta interpretación sobre el papel histórico de ese texto fundamental, le venía a la perfección”, argumentó Guerrero, miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia.
La modificación constitucional del 30 de noviembre de 1966, que hizo enmiendas a la carta magna del 1963, introdujo la reelección presidencial y le permitió a Balaguer mantenerse 12 años en el poder, entre otros manejos políticos.
Antes, otros mandatarios lograron reelegirse tales como Pedro Santana, Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Rafael L. Trujillo.
Mientras gobernaba, Hipólito Mejía también tuvo pretensiones continuistas y propició una reforma constitucional el 25 de julio 2002, para restablecer las vías de la ratificación, prohibida en la Constitución de 1994. No obstante, fue derrotado en las urnas por Leonel Fernández, quien retornó al poder el 16 de agosto del 2004.
Posteriormente, Mejía expresó su arrepentimiento por haber aupado la reforma constitucional y consideró que la enmienda a la carta magna debe prohibirse “totalmente”, cuando se utilice para buscar la reelección presidencial.
“Es una desgracia que tú dependas del mismo entorno y del tumbapolvismo y del ego de que yo soy. Eso es un disparate”, precisó en Diario Libre.
El impulso releccionista y las modificaciones constitucionales también han prolongado carreras presidenciales en otros países de América Latina y en otros lugares.
Debido a esos “arreglos” a la ley sustantiva y otras coyunturas se reeligieron Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela; Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, en Colombia; Rafael Correa, en Ecuador; Daniel Ortega, en Nicaragua; Evo Morales, en Bolivia, y Vladimir Putin, en Rusia.
En Estados Unidos, la Constitución permite la reelección presidencial (consecutiva o no). Por esta razón pudo gobernar dos períodos Barack Obama y el actual presidente Donald Trump sigue batallando para mantenerse en el solio.