Luis Suárez se marcha del Barcelona tan solo superado en términos goleadores por Leo Messi y César Rodríguez en la historia del club. El argentino lleva 634 goles, el español logró 232 y el uruguayo se despide con 198 en 283 partidos oficiales.

Por detrás deja a otros delanteros de ensueño como Kubala (194), Samitier (184), Escolà (158), Paulino Alcántara (134), Eto’o (131) o Rivaldo (130).

El momento cumbre de Suárez en sus 283 encuentros como azulgrana tuvo lugar en su primera temporada, la 2014-2015, cuando conquistó el triplete con el Barcelona y levantó en el Estadio Olímpico de Berlín su primera y única Liga de Campeones después de marcar uno de los tantos de la final ante la Juventus de Turín formando tridente con Messi y Neymar.

Fue la conclusión apoteósica de una temporada que empezó de forma negativa para él. La FIFA le sancionó con nueve partidos y le inhabilitó durante cuatro meses después de que mordiera a Chiellini en el último partido de la fase de grupos del Mundial de Brasil 2014 ante Italia.

Así, Suárez no pudo debutar con el Barça en partido oficial hasta el 25 de octubre (antes vistió por primera vez la camiseta azulgrana en el Trofeo Joan Gamper ante el Club León mexicano) de ese mismo año en el Clásico de Liga ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. No fue un estreno feliz, ya que los de Luis Enrique cayeron por 3-1 y mostraron una imagen decepcionante.

El primer gol de Suárez tardó en llegar. Fue el 25 de noviembre en un lugar tan inhabitual como Nicosia (Chipre), ante el APOEL y en Liga de Campeones, después de 393 minutos de sequía como futbolista azulgrana.

A partir de entonces, Suárez fue una máquina de hacer goles hasta el punto de lograr el Pichichi y la Bota de Oro en el curso 2015-2016 con el espectacular registro de 40 tantos en 35 partidos y romper, de esta manera, la dicotomía Messi-Cristiano a la hora de hacerse con estos trofeos individuales.

Rápidamente el uruguayo congenió con Messi, quien valoró mucho su aportación al equipo, y entablaron una amistad que les ha llevado a compartir mate, asados y vacaciones en familia de forma recurrente, además de ser vecinos contiguos en Castelldefels, de llevar a sus hijos a la misma escuela y de que sus esposas hagan negocios comunes.

Esta gran amistad tuvo como consecuencia que Suárez se convirtiera en el jugador más protegido por el mejor futbolista del mundo, algo que no supuso demasiados problemas hasta que el uruguayo empezó a disminuir su rendimiento en las últimas temporadas empujado por las lesiones. Sin embargo, igualmente siguió manteniendo el papel de intocable en las alineaciones fuese quien fuese el entrenador.

Ahora Ronald Koeman ha decidido prescindir de él a sus 33 años como parte de la regeneración de la plantilla después del desastre de Lisboa.

En el terreno de las estadísticas muy pocas hablarán en contra de Suárez, un jugador acostumbrado a vivir los partidos de manera exaltada. Aunque una de ellas chillará por sí sola: el uruguayo ha sido incapaz de romper la racha de encuentros sin marcar fuera de casa en Europa que inició el 16 de septiembre de 2015, cuando anotó por última vez en el Olímpico de Roma.

Sea como sea, un jugador histórico como él no merecía que la última imagen de azulgrana fuese la del 2-8 ante el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Pero no todos los jugadores poseen tanto tacto a la hora de elegir el momento para marcharse del Barça como Andrés Iniesta, Xavi Hernández y Carles Puyol.

Se va del Camp Nou el ‘charrúa’, con una mochila llena de goles, de momentos históricos para el barcelonismo (fue protagonista en el 0-4 en el Santiago Bernabéu o en la mágica remontada ante el PSG en ‘Champions’) y de títulos. Trece ni más ni menos: una Liga de Campeones, cuatro Ligas, cuatro Copas del Rey, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa y dos Supercopas de España. Casi nada. EFE

Artículo anteriorEntre alegría y lágrimas fue la llegada de la adolescente raptada en Villa Tapia
Artículo siguienteAnahí confirma reunión de RBD y se sincera sobre su anorexia