El presidente de EE.UU., Donald Trump, confió este jueves en que su país pueda empezar a distribuir una vacuna de la COVID-19 para «finales de octubre», e insistió en pedir a sus simpatizantes en el estado clave de Pensilvania que intenten votar dos veces en las elecciones, una por correo y otra en persona.
Durante un mitin ante cientos de personas en una pista de aterrizaje del aeropuerto de Latrobe (Pensilvania), Trump reiteró su promesa de que Estados Unidos conseguirá «una vacuna segura y eficaz en un tiempo récord».
«Realmente es posible que pueda distribuirse antes del final de octubre, y eso estaría bien. Estaría bien no por las elecciones, sino porque queremos salvar a gente», se apresuró a matizar Trump, quien mencionó específicamente a la farmacéutica Pfizer, una de las tres que desarrollan una vacuna en EE.UU.
¿UNA VACUNA ANTES DE LAS ELECCIONES?
Trump se pronunció así un día después de que los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés) confirmaran que han pedido a todos los estados del país estar preparados para distribuir a finales de octubre o principios de noviembre una posible vacuna contra la COVID-19.
La revelación aumentó la preocupación de algunos expertos en salud pública de que el Gobierno de Trump pueda estar presionando para acelerar el desarrollo de una vacuna, con el objetivo de tenerla lista y empezar a distribuirla antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
El principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, ha dicho recientemente en entrevistas que es posible que haya una vacuna disponible para ciertos grupos incluso antes de que acaben los ensayos clínicos, en caso de que los datos preliminares sobre su eficacia y seguridad sean abrumadoramente positivos.
VOTEN DOS VECES, INSISTE TRUMP
En su mitin, Trump también agitó la polémica que él mismo generó este miércoles durante una visita a otro estado clave, Carolina del Norte, en la que pidió a sus seguidores que intentaran votar dos veces con el objetivo de poner a prueba la seguridad del sistema electoral y asegurarse de que su papeleta se ha contado.
«Sigan su voto», instó Trump este jueves también a los votantes de Pensilvania. «Lo que tienen que hacer es votar temprano (por correo) y luego ir en persona (el 3 de noviembre) y asegurarse de que han tabulado o contado esa papeleta, y si no es así, votar».
«Tienen que asegurarse de que su voto cuenta, porque la única forma en la que van a ganarnos es haciendo ese tipo de cosas», dijo el mandatario, en una acusación velada de que la oposición demócrata planee manipular el resultado de los comicios.
Trump mantiene desde hace semanas una ofensiva contra el voto por correo, que muchos estados están ampliando debido a la pandemia y que el mandatario considera que puede favorecer el fraude, a pesar de que varios estudios demuestran que eso es extremadamente improbable.
Intentar votar dos veces en unas elecciones es ilegal y en Carolina del Norte es un delito grave, pero Trump insiste en que sólo quiere garantizar que se cuente el voto de sus seguidores y que haya resultados electorales el mismo 3 de noviembre, algo cada vez más improbable debido a los contratiempos derivados de la pandemia.
LEY, ORDEN Y EL MURO CON MÉXICO
El presidente también aprovechó el mitin para ahondar en su bandera electoral de «ley y orden» en el contexto de las protestas contra el racismo que vive el país, horas después de que su rival en noviembre, Joe Biden, visitara en Wisconsin a la familia del afroamericano Jacob Blake, paralizado por disparos de la policía.
«El plan de Biden es apaciguar a los terroristas domésticos, y mi plan es arrestarlos y procesarlos», aseguró, sin diferenciar entre la mayoría de manifestantes pacíficos y la minoría que han protagonizado disturbios o altercados.
Trump insistió además en su promesa de campaña de 2016 de que México pagará por el muro que está construyendo en la frontera común, algo que el país vecino ha rechazado hacer.
«Se lo he dicho respetuosamente a México, van a pagar por el muro. Y ellos lo entienden, es sólo que no quieren dejarlo por escrito, y eso no me parece mal», sostuvo.
UNA EXTRAÑA MENCIÓN A SU SALUD
Trump dedicó buena parte de su discurso a defender su estado de salud, después de que un libro publicado esta semana afirmara que, cuando visitó un hospital militar el pasado noviembre, en la Casa Blanca sonó el rumor de que el vicepresidente, Mike Pence, debía estar alerta por si debía tomar temporalmente el poder en caso de que el mandatario estuviera bajo anestesia.
El mandatario acusó falsamente a los medios de haber dicho que él sufrió una serie de «mini infartos cerebrales», a pesar de que fue él mismo quien sacó esa idea a la luz en un tuit el martes, cuando negó que eso hubiera ocurrido. EFE