Posicionar tu marca debe ser tu objetivo principal si tienes una cuenta en las redes sociales. Pero esto no es algo de la noche a la mañana ni es una cuestión fuera de lo que es la persona en sí; o sea, de tu esencia, por lo que lograr conectar con los usuarios no es algo más que emocionar, como lo presenta la experta en Marketing Digital, Yan Suriel (@yansuriel_) en su cuenta de Instagram: “Conectar con tus clientes a través de las emociones ya no es una opción, es la solución para diferenciarte del resto y crear una marca memorable”, afirma.
En estos momentos no puedes dejar a un lado las emociones para poder vender tus servicios o productos, ya que durante años se ha confirmado que las ventas están estrechamente relacionadas con las emociones que pueden provocar las marcas. Esto quiere decir que los clientes están buscando vivir experiencias y están dispuestos a pagar por ello.
Fíjate en estos 3 elementos de tu marca que influyen en las emociones de tu audiencia, expuesto por la experta:
1. Personalidad: la personalidad de tu marca, tu esencia, tu “voz”, el tipo de comunicación que realizas en redes sociales y cómo te describes a ti mismo y tus productos o servicios define la forma en la que las personas sienten e interactúan contigo.
2. Colores: la psicología del color juega un papel importante al momento de conectar con los usuarios, pues los colores pueden alterar el estado psicológico y emocional de una persona. De ahí nace la importancia de entender que a la hora de elegir los colores de nuestra marca, no necesariamente nos tienen que gustar, pero sí tienen que ser de nuestra conveniencia.
3. Comportamiento: cómo respondes y actúas influirá en la percepción que tengan los demás de tu marca. Tu objetivo debe siempre ser generar un impacto en la mente y el corazón de la audiencia.
1. Construye una relación de confianza a través de las historias de tus clientes: tu público verá que puede confiar en tu marca porque otras personas ya lo han hecho y están satisfechas, de lo contrario no lo contarían.
2. Crea un sentido de urgencia: el temor de “me lo quitan de las manos” genera impulsos y presión.
3. Sorprende a tu público: a todo el mundo le gustan las sorpresas, así que aprovéchalas para fascinar a tu audiencia.
4. Vende emociones, no productos: si te centras en cómo se sentirán con tus productos o servicios, en lugar de lo buenos que son, vas a dar un paso hacia adelante
Recuerda: la gente no comparte hechos, comparte emociones. Pero no sirve de nada emocionar a una persona si a los 5 minutos se ha olvidado de quiénes somos y el mensaje que queríamos transmitir.
(DL)