Cuando sólo falta poco más de una semana para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la alerta en las agencias de seguridad y empresas tecnológicas ante posibles ataques informáticos por parte de hackers extranjeros es máxima, y se teme una repetición de lo ocurrido en 2016., informaron este viernes medios locales.

En los comicios de hace cuatro años, piratas informáticos rusos lograron intervenir de forma camuflada en el debate político de EE.UU. para influir en los resultados electorales, una actuación que según los demócratas ayudó al presidente Donald Trump a ganar los comicios.

Este año, y según alertó la Casa Blanca este mismo miércoles, Irán está tratando de influir en el sentido opuesto, es decir, en contra de Trump, mediante el envío de correos electrónicos a votantes demócratas haciéndose pasar por el grupo ultraderechista Proud Boys y amenazando para que voten por el republicano.

Fue el propio director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., John Ratcliffe, quien explicó que tanto Irán como Rusia ya han logrado obtener información de votantes estadounidenses, aunque por el momento sólo se tienen pruebas de que se haya usado esa información para influir en la opinión pública en el caso de Teherán.

OBJETIVO: SEMBRAR EL CAOS

Por su parte, tanto el FBI como el Departamento de Seguridad Nacional también han avisado de que hackers con origen en Rusia, China e Irán están buscando fórmulas para sembrar el caos, deslegitimar el proceso democrático y ahondar en las divisiones sociales.

“Estados-nación como China, Rusia e Irán tratarán de usar capacidades cibernéticas para atacar infraestructuras relacionadas con la elección presidencial en EE.UU., agravar las tensiones sociales y raciales, dañar la confianza en las autoridades públicas y criticar a nuestros representantes electos”, indicó el último informe del Departamento de Seguridad Nacional publicado en octubre.

Desde el Gobierno estadounidense pusieron especial énfasis en Moscú, y alertaron de que el “principal objetivo” del Kremlin es aumentar su influencia mundial mediante el debilitamiento de EE.UU. dentro y fuera de sus fronteras, para lo que buscan sembrar discordia y contribuir a la formación de la opinión pública.

Más allá de las alertas, el Buró Federal de Investigación (FBI) y la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA) ya llevan meses identificando y actuando contra distintas redes con origen en el extranjero que persiguen este fin.

DESMANTELADA UNA GRAN RED DE “RANSOMWARE”

Al margen de las agencias de seguridad, las propias empresas tecnológicas desempeñan un papel crucial para luchar contra las amenazas cibernéticas, como prueba la actuación más relevante de los últimos meses, liderada por Microsoft a mediados de octubre y en la que se desmanteló una red masiva de secuestro de datos o “ransomware”.

La empresa del sistema operativo Windows logró eliminar la red Trickbot, en la que hackers profesionales venden sus servicios a criminales y estados para lanzar operaciones de “ransomware” y que en los últimos cuatro años ha infectado más de un millón de ordenadores en todo el mundo.

Microsoft explicó que este tipo de ataques son una de las mayores amenazas al proceso electoral, puesto que pueden usarse para infectar los ordenadores en los que se guardan las listas de electores o desde los que se informa de los resultados tras los comicios, robando los datos y generando una situación caótica.

FACEBOOK Y TWITTER QUIEREN EVITAR LOS ERRORES DE 2016

Si hay dos compañías a las que se responsabilizó de la propagación de desinformación e injerencias extranjeras en 2016, esas fueron las redes sociales Twitter y, sobre todo, Facebook, que en esta ocasión han optado por una actuación mucho más agresiva para evitar que se repitan los errores de hace cuatro años.

Así, ambas empresas llevan informando periódicamente desde hace meses de operaciones de desmantelamiento de redes con origen fuera de EE.UU. (especialmente en Rusia e Irán) que se hacen pasar por estadounidenses para influir en la opinión pública.

Uno de los casos más sonados de las últimas semanas fue la eliminación por parte de Facebook de una pequeña red de trece cuentas y dos páginas con origen en Rusia que se dedicaba a reclutar periodistas estadounidenses para que escribiesen historias desde un prisma progresista con el ánimo de influir en la opinión pública de Estados Unidos.EFE

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