Los teléfonos públicos empezaron a desaparecer del paisaje neoyorquino a principios de los años 2000.
El lunes por la mañana, Nueva York puso fin a un mito que pervivió en la cultura popular durante décadas en cómics, fotos, cine y televisión.
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“Estuve ahí hoy para el último adiós del famoso –¿o vergonzoso? — teléfono de pago de NYC. No echaré de menos su falta de tono pero tengo que reconocer que he sentido un nudo en el estómago nostálgico al verlo partir”, escribe Mark Levine en Twitter.
El demócrata dijo que realmente no echa de menos la época en la que estos teléfonos funcionaban una de cada dos veces, donde había que rebuscar en los bolsillos una moneda de un cuarto (25 céntimos) o hacer fila para llamar en plena calle a la vista de los transeúntes.
A partir de 2015, Manhattan aceleró la instalación de miles de terminales LinkNYC que ofrecen WiFi y llamadas locales gratuitas. Estos nuevos puntos de acceso se irán conectando progresivamente a la red 5G.
“Realmente es el fin de una época, pero también, esperemos, el inicio de una nueva era con un acceso más igualitario a la tecnología”, dijo Levine, en alusión a los barrios del norte de Manhattan, en particular Harlem, peor cubiertos por las redes telefónicas e internet.
Según la prensa local, Manhattan va a conservar cuatro cabinas telefónicas antiguas en el Upper West Side, en la avenida West End al nivel de la calles 66, 90, 100 y 101.