Durante algún tiempo, Google prefirió apostar por sensores individuales en sus teléfonos Pixel. Los norteamericanos confiaban al 100% en las capacidades de su software en materia fotográfica, introduciendo inteligencia artificial para ofrecer distintos modos fotográficos, aunque finalmente cedieron y duplicaron el equipo. Una segunda cámara empezó entonces a acompañar a la gran angular principal, y la configuración se ha respetado en el nuevo Google Pixel 5.

Sin embargo, para esta generación Google ha cambiado su filosofía. En los Pixel 4 y Pixel 4 XL, por ejemplo, teníamos la cámara principal y una cámara destinada a ofrecer zoom óptico, una con 50 milímetros de distancia focal para complementar a la de 27 milímetros. A efectos prácticos, aproximadamente un zoom óptico de 1.8X. Ahora, Google ha optado por dar un paso atrás en lugar de hacia delante. Ya no tenemos zoom óptico pero tenemos súper gran angular.

Camara

La cámara de Google ahora se aleja

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La cámara principal del nuevo Google Pixel 5 se mantiene intacta con respecto a la generación previa, así que vuelve a repetir el sensor de 12 megapíxeles Dual Pixel y un tamaño de 1/2,55 pulgadas. La lente sigue teniendo una apertura f/1.7 bastante luminosa, además de estar estabilizada ópticamente. Y como comentábamos antes, la distancia focal es de 27 milímetros. Como vemos, sin cambio entre generaciones aquí, el salto se produce en la segunda cámara.

Google apuesta ahora en su Pixel 5 por alejar la imagen en lugar de ampliarla y el zoom óptico se convierte en una lente súper gran angular. Los 16 megapíxeles de sensor (1/3,09 pulgadas, algo más grande) siguen ahí pero ahora la distancia focal es de 16,5 milímetros en lugar de los 50 milímetros que aportaría el zoom. La lente también se aclara un poco y de f/2.4 pasamos a f/2.2.

¿Y qué hay de la cámara frontal? Pues que tampoco se registran cambios entre generaciones. El nuevo Pixel 5 aterriza con 8 megapíxeles incrustados en la pantalla cuya lente ofrece un campo de visión de 83º y tiene una luminosidad f/2.0. El Pixel 5 mantiene la grabación de vídeo, si dar el salto al 8K, probablemente provocado por la elección del Snapdragon 765G como procesador, abandonando así la serie 800 que había empleado durante años.

Por supuesto, el aporte del software de Google sigue presente en su nuevo Pixel 5 y aparecen los modos fotográficos que habíamos conocido en generaciones previas, todos ellos apoyados por inteligencia artificial. Eso significa que tenemos el modo de fotografía nocturna, el Night Sight, y los algoritmos que acompañan a su ya clásico HDR+. También se mantiene la doble exposición que permitía a Google editar una fotografía por zonas, reduciendo y levantando luces según conviniese.

En el Pixel 5 llegan algunos modos nuevos, sin embargo, aprovechando que se ha optado por la lente súper gran angular. Por ejemplo, el modo de «Panorámica cinematográfica» que nos ayudará a obtener vídeos súper estabilizados gracias a que Google introduce hasta tres nuevos modos de estabilización a bordo del Pixel 5. Apoyados por la estabilización óptica de la cámara principal y potenciados por software.

Por supuesto, en el Google Pixel 5 seguiremos teniendo el efecto de desenfoque del segundo plano, que cuenta con el apoyo de las lecturas de profundidad de la segunda cámara y el procesado del software. Lo que ahora se introduce es el modo «Luz de retrato» que nos permitirá jugar con distintas iluminaciones. De nuevo, todas impulsadas por software. La competición por el mejor móvil fotográfico del año ya tiene a uno de sus firmes candidatos en circulación, veremos qué tal acaba la temporada.

(Xataka)

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