No era un secreto que Camilo Sesto se negaba a envejecer. Convertido en un sex symbol en los años 70, el artista luchó hasta sus últimos días por lucir un rostro perfecto. Una perfección que se convirtió en obsesión y que dio origen a una estética antinatural, hasta el punto de que sus escasas apariciones provocaban titulares en prensa como “Camilo Sesto, irreconocible” o “La lucha de Camilo Sesto en busca de la eterna juventud”.

En los últimos años al intérprete de “Jesucristo Superestar” le costaba gesticular y tenía serias dificultades para hablar.

Según desveló a La Razón el doctor Ángel Martín, director de la clínica Menorca, sobre una de las últimas imágenes del cantante, el artista se había sometido a “varias cirugías, un lifting completo que incluye el estiramiento y elevación del cuello y de toda la cara hasta la zona temporal, así como las zonas laterales de la frente con el fin de elevar la cola de las cejas. Además, se aprecia una rinoplastia para mejorar el perfil de la nariz”.

El cantante Camilo Sesto / Foto: Gtres

Pero ahí no quedaban los retoques del compositor. Según el dr. Martín “Sesto se habría sometido también a varios tratamientos de bótox para atenuar las líneas de expresión en el tercio superior de la cara así como en la frente y las patas de gallo. También se habría puesto inyecciones de ácido hialurónico en pómulos y labios”.

Camilo Sesto

Unos retoques que hechos con mesura podrían haber realmente rejuvenecido al de Alcoy pero que al ser exagerados le daban un aspecto femenino, con rasgos suaves en vez de angulosos.

Tampoco el pelo parecía en los últimos años muy natural. Según el experto más que tratarse de un injerto capilar, “parece más que lleva una peluca”.

(La Razón)

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