Los rumores eran ciertos: Google se alía con Samsung para impulsar Wear (ya no es Wear OS), su sistema operativo para relojes inteligentes. El anuncio conjunto resulta ciertamente sorprendente, sobre todo cuando Samsung parecía tener en Tizen una alternativa valiosa para muchos usuarios.
La alianza sorprende quizás por eso, pero ciertamente parece acertada a la hora de competir (ahora más tras la adquisición de Fitbit por parte de Google) con rivales como Apple. Ahora queda por ver quién gana y quién pierde con esta alianza, pero también qué ocurre con los actuales relojes basados en Tizen.
¿Es esto un win-win para Google y Samsung?
Quién te ha visto y quién te ve, Samsung. Hace años la situación era muy distinta al a actual, y la empresa andaba (como muchas otras) enfadada con Google. El gigante de Mountain View acababa de sacar la billetera y de comprar Motorola, algo que planteaba un trato de favor para sus móviles que podría perjudicar al resto de fabricantes.
Samsung movió ficha y comenzó a impulsar su sistema operativo Tizen, un plan B que le permitía evitar cierta dependencia de Google. Aquella plataforma tuvo alguna aparición fugaz en móviles, pero finalmente acabó dejando ese segmento para convertirse en la plataforma de las teles y los relojes inteligentes de Samsung.
Ha llovido mucho desde entonces, y Samsung y Google se vuelven a llevar de perlas. Tanto es así que Google y Samsung negociaron para convertir a Google Assistant en el asistente por defecto de sus móviles por delante de un Bixby pero está pero no parece estar.
La unión de Tizen con Wear OS para dar lugar a esa nueva plataforma llamada Wear es otra clara demostración de que en Google y Samsung creen que es mejor trabajar en un proyecto común para luchar contra quien es el rival claro en el mercado de los wearables: Apple y sus relojes inteligentes, que son absoluta referencia y que han sabido plantear muy bien la apuesta por la salud y la monitorización de la actividad física.
Con esta alianza parece claro que Sasmung y Google ganan en varios apartados:
- Apps: pedir a los desarrolladores que hagan aplicaciones para Wear OS y luego para Tizen no era lo ideal, y con esta plataforma unificada esos desarrolladores podrán trabajar únicamente en una aplicación para Wear. No solo eso: parece que desarrollar apps para Tizen era bastante más incómodo que hacerlo para Wear OS, y desde luego la oferta de Google aquí era más amplia.
- Seguridad:la plataforma de Samsung tenía fama de ser un pequeño desastre en materia de seguridad, e investigadores de seguridad ya decían hace tiempo que «es el peor código» que habían visto. Con esa plataforma unificada y el trabajo de Google en este ámbito esos problemas deberían minimizarse.
- Personalización: Google imponía más restricciones a los fabricantes de relojes inteligentes que utilizaban su plataforma si querían personalizarla. Eso no ocurría tanto con Android, donde por ejemplo Samsung lleva tiempo impulsando su capa One UI. En Wear OS se ha abierto esa opción últimamente -lo hemos visto con los Xiaomi Mi Watch y su capa MIUI de personalización. La nueva Tile API apunta a aún más posibilidades para este apartado, pero además Samsung hacía algo incómodo el uso de esferas personalizadas, algo que es más sencillo gestionar con Wear OS.
Desde luego todo ello apunta a un futuro más prometedor para una plataforma que Google había descuidado durante años: la alianza con Google reimpulsa ese esfuerzo y a ella se une Fitbit, que hasta ahora también había tenido un papel muy discreto en la estrategia de wearables de Google a pesar de su llamativa adquisición en noviembre de 2019.
¿Qué pasa ahora con Tizen?
Las ventajas de ese consorcio son claras, pero hay aún preguntas sin responder con demasiada claridad. La más relevante, la de cuál es el futuro de Tizen, una plataforma que con sus luces y sus sombras parecía tener suficiente calado para que Samsung siguiese defendiéndola durante los próximos años.
En el comunicado oficial de Samsung lo que sí se garantiza es que «para los clientes que ya poseen relojes Galaxy con el sistema operativo Tizen, mantendremos al menos tres años de soporte de software después del lanzamiento del producto«.
Lo que no se explica es qué ocurrirá con Tizen después. Parece lógico pensar que esta plataforma dejará de usarse en sus relojes, pero tampoco queda claro si aún seguirán lanzando algún reloj basado en Tizen.
Aunque eso no parece probable, ¿qué ocurre con Tizen en televisores? El acuerdo no menciona tampoco el impacto que la decisión pueda tener en ese segmento, así pues, **¿seguirán los televisores de Samsung basándose en Tizen o quizás lo dejarán atrás para integrar por ejemplo Google TV?*
En Xataka nos hemos puesto en contacto con Samsung, cuyos portavoces nos han contestado con el siguiente comunicado:
«Samsung tiene una amplia experiencia en lo que se refiere a la innovación del hogar conectado, al proporcionar una amplia gama de productos con IoT, como dispositivos móviles, wearables y electrodomésticos. Nuestro objetivo es mejorar aún más la experiencia del usuario y expandir el hogar conectado, para incluir un mayor número de dispositivos y ampliar nuestro ecosistema SmartThings. Tizen seguirá siendo un componente importante dentro de esta visión, como un sistema operativo abierto y flexible»
Así pues, Tizen seguirá siendo parte importante de la estrategia de Samsung, y parece por tanto que su papel en su catálogo IoT y electrodomésticos (entendemos que los televisores de la firma forman parte de ese grupo) seguirá siendo relevante.