Entre guerras, premiados encarcelados o incidentes diplomáticos, los premios Nobel tienen una larga historia de imprevistos y contratiempos.
Los de este año serán otorgados la semana próxima pero, a causa del covid-19, las tradicionales ceremonias de diciembre fueron reducidas o anuladas.
– Premios no adjudicados –
Los comités encargados de adjudicar los Nobel (Medicina, Física, Química, Literatura y Economía en Estocolmo, y el de la Paz en Oslo) pueden decidir abstenerse de asignar los galardones en octubre.
Los estatutos de la Fundación Nobel prevén esta posibilidad cuando ningún trabajo o descubrimiento es considerado digno de recompensa.
La no adjudicación también puede se un homenaje: en 1948, unos meses después de la muerte de Gandhi, el Nobel de la Paz no fue asignado, en homenaje al líder pacifista indio que nunca lo obtuvo, lo que se ha considerado por muchos como un olvido histórico. Ese año, el comité subrayó que no tenía «ningún candidato vivo conveniente».
En total, se dejaron de asignar 49 premios, especialmente el de la Paz (16 veces).
El premio también puede ser otorgado de forma retroactiva.
El último caso se remonta a 2018, cuando el premio de Literatura no fue adjudicado a causa de un escándalo en la Academia Sueca, casa matriz del comité Nobel de Literatura. Al final, se adjudicó de forma retroactiva a la polaca Olga Tokarczuk, al año siguiente.
– Guerras mundiales –
Aunque Suecia fuera neutral durante los dos conflictos, los comités del Nobel acostumbraron a hacer una pausa durante la Primera y, sobre todo, durante la Segunda Guerra Mundial. Tanto por razones morales como logísticas, pero también porque no tenían acceso a las publicaciones científicas.
Noruega, por su parte, estuvo ocupada por los nazis a partir abril de 1940. El premio Nobel de la Paz dejó de adjudicarse entre 1939 y 1945, año en que se asignó de forma retroactiva el de 1944 a la Cruz Roja.
En Estocolmo, se reanudó la adjudicación de los premios en octubre en 1944. Pero ese año no pudo celebrarse la ceremonia, algo que no había vuelto a suceder hasta la presente edición.
– Premiados ausentes –
En 1924, una combinación de laureados enfermos, como el escritor polaco Wladyslaw Reymont, y de premios no asignados (Química y Paz) comportó la anulación de las ceremonias de Estocolmo y Oslo, algo único en tiempos de paz hasta 2020.
Igualmente anulado este año, el gran banquete del 10 de diciembre en el Ayuntamiento de Estocolmo que se ha celebrado sin interrupción desde 1956. Ese año, en protesta contra la represión soviética de la insurrección de Budapest, la cena tuvo lugar en una sala más pequeña, con menos asistentes.
Varios premiados no han podido acudir a la ceremonia por razones políticas.
El pacifista alemán Carl von Ossietzky, premio Nobel de la Paz de 1936 y primer opositor político recompensado con un Nobel, estaba detenido en un campo de concentración nazi. Murió dos años después.
En 1991, la opositora birmana Aung San Suu Kyi también fue detenida. No pudo recibir su premio en persona, en Oslo, hasta 2012.
Por otro lado, el activista chino por los Derechos Humanos, Liu Xiaobo, ya fallecido, tampoco pudo recoger su premio en 2010 porque estaba encarcelado.
En el ámbito de la Literatura, Aleksandr Solzhenitsyn renunció a recoger su premio en Estocolmo en 1970, por miedo a no poder regresar a la Unión Soviética. Sin embargo, logró hacer llegar su discurso de agradecimiento hasta Occidente, a través de un corresponsal sueco radicado en Moscú, que escondió los negativos fotográficos del texto en una radio. Desterrado de la Unión Soviética, el escritor recibió su premio finalmente en 1974.
– Premios rechazados –
Varios galardonados rechazaron los premios, dos de los cuales por iniciativa propia.
En 1958, el escritor ruso Boris Pasternak, autor de «Doctor Zhivago», aceptó la distinción en un primer momento pero luego las autoridades soviéticas le obligaron a renunciar a ella.
En 1964, el escritor francés Jean-Paul Sartre declinó el premio, explicando que quería seguir siendo libre, mientras que el premio Nobel lo habría colocado «en un pedestal».
En 1973, el negociador norvietnamita Le Duc Tho, laureado con un Nobel de la Paz muy controvertido junto con el estadounidense Henry Kissinger, también rechazó el galardón, alegando que la tregua negociada para poner fin a la guerra de Vietnam no se había respetado.
En cuanto a Kissinger, no se atrevió a viajar a Oslo por miedo a las manifestaciones, y lo sustituyó el embajador estadounidense en la ceremonia.
En los años 1930, tres científicos alemanes fueron distinguidos: Richard Kuhn (1938) y Adolf Butenandt (1939) en Química y Guerhard Domagt (1939) en Medicina. Pero Hitler, enfadado por el galardón adjudicado a Carl von Ossietzky, prohibió que ningún alemán recibiera el Nobel, por lo que les obligaron a rechazarlo. Recibieron sus distinciones después de la guerra.AFP